Friday, February 29, 2008

Chéjov análisis y despedida.

Foto: Ernesto García. Anniamary Martínez y Christian Ocón en la obra 'El arreglo', una de las piezas del montaje 'Improvisando a Chéjov'.




"Que yo no estoy muerto"

De los clásicos a una buena rumba: la nueva puesta en escena de Teatro en Miami Studio.

Por Rodolfo Martínez Sotomayor.
publicado en ENCUENTRO EN LA RED el 28 de febrero de 2008.




El escritor norteamericano Norman Mailer, quien era gran conocedor de la vida y obra de Antón Chéjov, contaba que León Tolstói le había dicho al joven Antón que éste era tan mal escritor como William Shakespeare. Confundido y a la vez sintiéndose halagado por esa extraña sentencia, dice Mailer que Chéjov salió gritándole al viento: "¡soy tan mal escritor como Shakespeare!". Tolstói lo había comparado con el genial dramaturgo inglés, a quien Chéjov admiraba y el autor de La guerra y la paz consideraba un escritor menor.

Nunca imaginó Chéjov que a 104 años de su muerte y muy lejos de Moscú, en un audiovisual que da inicio a un montaje teatral, estaría junto a Shakespeare, Lorca, Moliere, Ibsen y otros geniales dramaturgos fallecidos, defendiendo su derecho a ser representados.

Al final de la disputa, Chéjov, quien guardaba silencio, tal vez una alusión indirecta a la modestia del autor de El jardín de los cerezos, fue el seleccionado para asombro de todos. Así dan inicio las piezas breves y cuentos cortos convertidos en una puesta que, en versión de Ernesto García y bajo su dirección, tuvo su presentación en la sala Teatro en Miami Studio con un público que colmó el lugar.

Chéjov decía que, al escribir, confiaba en que el lector añadiera por su cuenta los elementos subjetivos que faltaran al cuento. Propósito que se extendía a su dramaturgia. Por lo que uno de los principales logros de Ernesto García en estas cuatro versiones, es esa visión de mayor universalidad y contemporización que le imprime a la puesta. Lo que justifica el título en que las agrupa: Improvisando a Chéjov.

Cuestión de estilo

La primera pieza es La audición, donde una actriz busca su realización y logra conmover a una fría dramaturga con la pasión que imprime en su empeño. Los juegos de apropiación e intertextualidad de otras obras de Chéjov son utilizados de forma precisa, como en el monólogo final donde Sandra García, con magistral interpretación en su papel de Nina, pregunta: "¿Para qué vivimos? ¿Para qué sufrimos?, ¿si tan sólo supiéramos?; el dolor, el sufrimiento humano, siempre hay un sueño final".

La proyección de imágenes de gran impacto, como una de la crisis de los balseros en 1994, donde una multitud rodea a una inmensa balsa en una calle habanera, es una evocación de esos sueños rotos más allá de la Rusia zarista del siglo XIX.

La institutriz o Poquita cosa, un relato sabiamente elaborado con diálogos que facilitan su conversión a pieza teatral, brinda al espectador el conflicto entre poder y sumisión, entre docilidad y soberbia. García transforma al personaje masculino, quien narra la historia en el cuento original, en una mujer inválida que lleva a su sirvienta a situaciones extremas de humillación para aleccionarla.

Este cambio permite la subliminal paradoja de la arrogancia desde una posición de debilidad, de limitación física. "Si presumes de inferior, es exactamente igual cómo la gente te va a tratar", dirá la Señora. Una sentencia se resume en gran parte la esencia de la pieza. Farsa esta que cuenta con la notable actuación de Ivette Kellems, en el papel de la Señora, y Marcia Stadler, como la sirvienta.

El duelo o El Oso, comedia en un acto que ha sido una de las piezas más representadas de Chéjov, llevada incluso al cine y la ópera, llega esta vez con la actuación de Cristian Ocón, en el papel de Smirnov, y Sandra García, como Elena. Decir que Sandra tiene un total dominio de la escena, se convierte en lugar común. Esta actriz tiene cualidades interpretativas que hacen difícil la labor de un actor a su lado. Sin embargo, Ocón sale airoso del reto y su desenvolvimiento en el escenario logra que la obra quede con la calidad requerida.

La eliminación de Lucas, el mayordomo, para colocar en su lugar a tres criadas con máscaras que siguen a Smirnov con gestos miméticos y burlescos por todo el escenario, es otra contribución del director, quien gusta evocar dentro de un mismo montaje los inicios del teatro a través de elementos visuales. La utilización de Chéjov para estos experimentos, lo facilita la forma en que están concebidas sus obras, ya que su estilo posee "una llamativa impronta visual", como dijera el director de cine sueco Ingmar Bergman.

Reclamo de vida

Improvisando a Chéjov culmina con El arreglo, una pieza que ilustra el prejuicio del machismo impuesto por la sociedad, que se extiende hasta nuestros días. El personaje del Padre (Cristian Ocón) dibuja con sus parlamentos, de profundidad y brevedad chejoviana, estos falsos valores. "El hombre está obligado a llegar al matrimonio con cierta experiencia en materia de amor", dirá a su hijo, el pequeño Antoniusky, un adolescente que no comprende esa necesidad de perder la virginidad a temprana edad para ratificarse como hombre.

Es de destacar la labor realizada por la joven actriz Anniamary Martínez en la encarnación de Antoniusky. No sólo por su lograda transformación en un papel masculino, sino por la credibilidad y la pasión que impregna al personaje. La hemos visto crecer en su calidad interpretativa desde sus inicios con el grupo Havanafama y su evolución augura un buen futuro en las tablas.

Cristian Ocón alcanza un apreciable desempeño, con muy buenos momentos, como el monólogo final. Un apropiado cierre que se une con los inicios del montaje en esta expresión de incertidumbre: "la vida, los sueños, la esperanza, todo se nos va rápido. La adultez es un mal negocio".

Uno de los momentos de mayor ingeniosidad son los diálogos entre los consagrados dramaturgos fallecidos. Revividos con ese juego de animación en que juzgan severamente el montaje.

La rumba que pone el telón y alegría al cierre, escrita y musicalizada por Ernesto García, sintetiza con sus modernos acordes la certeza del teatro, que se defiende como un personaje con el siguiente estribillo: "que yo no estoy muerto". Un reclamo de vida que se hace realidad con piezas como esta y en cada presentación de Teatro en Miami Studio.

La temporada de Improvisando a Chéjov va llegando a sun fin. Los invitamos a disfrutar de sus últimas funciones, para más información: www.teatroenmiami.org

Wednesday, February 27, 2008

El Ateje: febrero 2008 - mayo 2008.


(Miami, febrero 2008 - mayo 2008)

La revista electrónica de literatura cubana, El Ateje (www.elateje.com) presenta su edición número veinte y uno dedicada al escritor cubano recientemente fallecido Carlos Victoria, con veinticuatro escritos que abordan su arte y vida.

Además se podrán leer textos en las distintas secciones, tres ensayos temáticos, diez narraciones, siete textos poéticos, uno sobre teatro, una entrevista, cinco reseñas literarias, así como una amena sección de libros recomendados, noticias, fichero de autores, enlaces interesantes a otras revistas literarias, prensa hispánica internacional y arte en general.

Esperamos que el número sea de su agrado.

Luis de la Paz y Jesús Hernández. Editores

Saturday, February 23, 2008

Cartelera teatral de Havana Fama.

Foto: Archivo de HavanaFama.

“Teatro a una voz” y un estreno.


VII Festival Latinoamericano del Monólogo

La Compañía Teatral HAVANAFAMA anuncia la presentación del “VII Festival Latinoamericano del Monólogo” titulado “Teatro a una voz”.

El objetivo de HAVANAFAMA al presentar este Festival anual, es brindar la oportunidad a aquellas personas interesadas en tener un espacio escénico donde exponer y dar a conocer su talento artístico, y al mismo tiempo promover e incrementar el género del teatro en idioma español, dentro de la comunidad hispana de esta ciudad.

Asimismo, a través de este evento, HAVANAFAMA le brindará al espectador la posibilidad de apreciar diversos trabajos teatrales, tales como comedias, melodramas, tragicomedias, etc., en mano de múltiples actrices, actores, directores y escritores de diferentes nacionalidades y así conocer otros folklores, costumbrismos y tecnicismos escénicos de diversos países latinoamericanos.

Además de la presentación de monólogos, serán ofrecidos varios talleres de perfeccionamiento, los que representan una oportunidad única de enriquecimiento artístico de los asistentes, ya que serán brindados por reconocidos profesionales idóneos, con reconocida experiencia internacional. Los inscriptos al Festival tendrán acceso gratuito a los talleres, mientras que el público en general también podrá participar de los mismos por un precio muy conveniente.

Este Festival, que se presenta por tercera vez consecutiva en la ciudad de Miami, se realizará en el “Havanafama Teatro Estudio”, ubicado en el 1165 SW 6th. St. Miami, Florida, desde el 11 al 27 de Abril de 2008 en los horarios: Viernes y sábados a las 8:00 pm y los domingos a las 5:00 pm. Cada día se ofrecerán cuatro monólogos interpretados por diferentes actores y la admisión general será de $15.00. Se ofrece un precio especial para boletos a múltiples funciones.

Havanafama y ArtDeco Producctions presentan la comedia, “El Convento de San Toleto”, escrita por Maritza Ravant e interpretada por un gran elenco de actores, todos bajo la dirección de Juan Roca. La obra se estrena el día 8 de Marzo hasta el 6 de Abril de 2008. Viernes y S·bados 8:30 pm, y Domingos 5:30 pm.

Para mayor información de ambos acontecimientos, por favor comuníquese con nosotros a los teléfonos (786) 319-1716 ó (305) 324-1300, por e-mail a flm@havanafama.com, en el sitio web del Festival www.flm.havanafama.com o al website de Havanafama, también puede hacerlo por carta a nuestra dirección postal: Havanafama 1165 SW 6th St, Miami, Florida 33137.

Literatura cubana: Letras bajo fuego cruzado.

Portada de la novela Memorias de una bodega habanera de Ernesto González.



Ernesto González, escritor cubano, Licenciado en Información Científica por la Universidad de La Habana y autor de varias novelas. Fue finalista en el Concurso Novedades-Diana en México, por su novela “Las propinas de Yoko Ono”. El autor ha publicado cuatro de sus novelas en BookSurge, y poesía, ensayo y cuento corto en la prueba de eficiencia de español editada por Riverside Publishing. Actualmente reside en Chicago donde ha publicado poesía, cuentos y una novela por entregas en la revista bilingüe En la vida, y ha enseñado español en la East-West University y la escuela de idiomas Cultural Exchange. Trabaja como editor-traductor en el periódico en español Hoy, del Chicago Tribune.

Para más inforrmación sobre sobre la obra de Ernesto González visite: CubaUnderground.

Friday, February 22, 2008

Un proyecto de vida.

Foto: Ernesto García.

Un proyecto de vida: Teatro en Miami Studio.

Por. Yvonne López Arenal.

Volver los ojos atrás y repasar la historia de Teatro en Miami Studio, es revivir momentos de absoluta entrega, es reconocer el talento, la creatividad y el ingenio. Los artífices de este proyecto son Sandra y Ernesto García, ambos con su quehacer teatral y su tesón, han ido creando una estética, que no está limitada al sentido tradicional del diálogo, mucho menos al actor que se mueve a capricho de una indicación o formalismo básico. Sus interesantes propuestas integran animaciones, multimedias y canciones que apoyan el trabajo del equipo y dan sentido al carácter ritual de cada pieza, porque cada una de ellas, es un acto de fe. He sido testigo de la etapa fundacional de esta sala, pero como muchos ya saben el trabajo de estos artistas no comenzó con la apertura de este acogedor espacio, aclaro esto, pues la trayectoria y formación de ambos, ha sido determinante en el éxito de la compañía y de sus actores. Sandra tuvo la oportunidad de formarse con Raquel Revuelta y luego trabajó con directores de la estatura de Vicente Revuelta, entre otros importantes directores de la escena cubana. Ernesto García, unos años después recorrió un camino similar con los antes mencionados maestros, además de su formación como músico y estudiante de Historia del Arte, por mencionar sólo una parte de su aprendizaje. Posteriormente ya viviendo en los Estados Unidos, crearon una página cibernética, que aún permanece en la red, dándole un apoyo incondicional al teatro local e intermacional. Siguiendo ese espíritu de colaboración han establecido una sistemática programación que alternan con lecturas, clases, talleres, puestas en escena, de su compañía y de otros teatristas locales y foráneos. Lo que finalmente ofrece una variada e interesante programación al público miamense, y abre oportunidades a proyectos de la comunidad teatral.

En estos momentos Teatro en Miami Studio repone una obra que se anticipó a la apertura de la sala "Improvisando a Chéjov", dirigida por este matrimonio y escrita por Ernesto, a partir de varias obras del autor ruso. La puesta es un interesante ejercicio de estilo, que han ido enriqueciendo desde su estreno mundial en el teatro Byron Carlyle, de Miami Beach. La obra permanecerá por dos fines semanas más en cartelera. Ojalá el público y los teatristas del área apreciemos y apoyemos este despliegue de amor por el teatro.

Funciones Viernes y Sábados a las 8:30 pm. Para información 305- 551 7473 o visite www.teatroenmiami.org

Wednesday, February 20, 2008

Por el teatro.

Foto de ensayo por: Jesús Hernández. Luis de la Paz en primer plano. Bernardo Bernal, Olga Lastra, Javier Cruz, Nirma Necuze y Maricela Espinosa.

Publicado en el
Diario Las Américas
02-19-2008

Tercer jueves por el buen teatro
Por Jesús Hernández

Reconocer, divulgar y promover la obra de artistas cubanos exiliados han sido los pilares principales del Instituto Cultural René Ariza (I.C.R.A.). Faenas que se juntan en la serie de lecturas dramatizadas Tercer jueves es teatro por tercer año consecutivo y presenta El vestido rojo del dramaturgo cubano José Corrales (1937- 2002) el jueves 21 a las 8 p.m. en la sala Teatro en Miami Studio.

El vestido rojo es una extraña pero emotiva pieza que propone un intrincado desafío a la imaginación”, explica Luis de la Paz, administrador de la organización cultural y director de la lectura. “Está ambientada en Cuba hacia los años 1940. Dos personajes, Amanda y Amador, parece que estuvieron envueltos en eventos violentos, mientras Estela, pudo haber sido testigo de los hechos. El resto, Emilio y Eulalia, intentan dilucidar lo que realmente pasó. La trama y el desarrollo de esta obra tienen sus antecedentes en el teatro absurdo y en el teatro dentro del teatro”, afirma.

El engranaje de una lectura dramatizada tiene visos de puesta en escena. Sobre todo las que presenta esta serie. No se trata de una lectura fría. Los lectores son actores que interactúan y hay un director que les indica cómo hacerlo. “El elenco lo integran Olga Lastra, Javier Cruz, Maricela Espinosa, Bernardo Bernal y Nirma Necuze”, adelanta Luis. “Son talentosos alumnos de Sandra García de Teatro en Miami. Un grupo dispuesto a trabajar gratis, literalmente por amor al arte, a los que les estamos muy agradecido”.


Luis ha escrito muchas reseñas sobre puestas en escena como espectador y hay una pregunta inevitable. Cómo se siente Luis al otro lado del proscenio como director, aunque no sea una puesta completa. “Es otra faceta en mi vida”, contesta, “digamos algo improvisada y ocasional, dictada por las circunstancias. El I.C.R.A. necesitaba que alguien dirigiera algunas de las lecturas y eso precipitó mi primera incursión en tales menesteres con La Diva en la octava casa (el año pasado)”, de Héctor Santiago. Lectura que propició la puesta en escena y estreno mundial de la pieza por el director Juan Roca.

“Lo importante es que estoy contribuyendo de alguna manera, colocando mi granito de arena, a promover el teatro cubano. Cuando escribo una reseña evalúo lo que otros hacen y formulo una opinión. Sólo eso, una opinión. Ahora, al frente de esta pieza, pongo en consideración de otros periodistas y el público una obra de Corrales nunca antes vista en Miami. En esta oportunidad les toca a otros evaluar mi trabajo”, comenta Luis.

No es fácil dirigir ¿Ha cambiado su percepción sobre la dirección? “No”, contesta rotundamente. “Las dificultades, la falta de recursos y otros obstáculos no son razones para entregar un trabajo deficiente. El director tiene la responsabilidad de escoger un texto de calidad y armar una propuesta digna, más allá de toda dificultad. De manera que mi percepción sobre la dirección no ha cambiado, pero sí se ha engrandecido mi admiración por los que realizan ese trabajo”.

¿Se animaría Luis de la Paz a dirigir una puesta completa? “Me gustaría decir que no, pues es una tremenda responsabilidad. Pero, ¿por qué no? Sería renunciar a un gran desafío y mi temperamento no lo permite. Lo que sí puedo anticipar es que de hacerlo, sería una obra escrita por un dramaturgo cubano del exilio”.

Luis resume la serie de lecturas dramatizadas del ICRA como una contribución a mantener vivo el teatro de autores cubanos exiliados. “Creo que esta tercera serie de lecturas marca la consolidación de un proyecto maravilloso”, alega.

“Seleccionamos las obras y las presentamos modestamente. Algunos directores (muy pocos, por cierto) asisten a las funciones. Ojalá se repita la experiencia que tuvimos con Juan Roca el año pasado”

“En los festivales y la cartelera teatral de cualquier país del mundo, los autores locales son el gancho para atraer al público”, comenta Luis sobre el porqué la mayoría de los directores en Miami ignoran a los escritores del patio y apuestan por obras probadas en otros lugares.

“Aquí piensan que lo foráneo es más interesante. Las lecturas que el I.C.R.A. hace demuestran que tenemos teatro de calidad. Queda a merced de los que poseen los medios representar las obras. Nosotros, al menos, lo intentamos con las lecturas dramatizadas”.

“En marzo tendremos a Marcos Miranda al frente de Lina, una obra suya”, adelanta Luis. “Luego seguiremos con Siempre tuvimos miedo de Leopoldo Hernández, dirigida por Juan Roca; Capricho en rojo de Carlos Felipe, que dirigirá Yvonne López Arenal; y una pieza aún por definir de José Triana, que dirigirá Marcos Miranda.

En la cajita: Artículo de Arturo Arias Polo publicado en El Nuevo Herald, el jueves 21 de febrero de 2008.



El vestido Rojo.
en Teatro en Miami Studio, 2500 S.W. Calle 8, 2do. Piso, (305-551-7473) jueves 21, 8 p.m. Donación al teatro de 5 dólares.

Tuesday, February 19, 2008

Homenaje.

Cómo fue...

A 45 años de la muerte del Benny, una crónica que termina con la foto de su 'tránsito' al más allá.

Artículo Publicado en ENCUENTRO EN LA RED.
Para leer el artículo completo, haga click en este enlace.

martes 19 de febrero de 2008
Mario García Joya, Miami
MÚSICA

"...Pocos días después estábamos en el famoso Salón del Mamoncillo, de la cervecería Polar: Carlos Franqui, Vicente (Mateo) Báez, Edith Sorel (1), René Depestre, Ramón Suarez, —es posible que también haya estado Jaime Saruski—, y yo. Lo esperábamos para filmarle una entrevista. Se trataba de un documental que estaba realizando Edith para Carlos. Benny no asistió a la cita —fue Castellano quien vino— y supimos que estaba hospitalizado y muy enfermo. Cuatro días después, el 19 de febrero del 1963, murió en La Habana..."

Sunday, February 17, 2008

Ensayo: El vestido rojo.

Foto de ensayo por: Luis de la Paz. Bernardo Bernal, Olga Lastra, Javier Cruz, Nirma Necuze y Maricela Espinosa.

Tercer jueves: es teatro.

El vestido rojo de José Corrales.

Dirección: Luis de la Paz.

Elenco:

Olga Lastra.

Bernardo Bernal.

Nirma Necuze.

Javier Cruz.

Maricela Espinosa.

Luces y sonido:

Ernesto García.

Lectura de El vestido rojo de José Corrales, jueves 21 de febrero a las 8 de la noche en Teatro en Miami Studio, 2500 SW 8 Calle. Entrada gratis, con donación al teatro de 5 dólares.

Para más información escribanos a los siguientes correos:

ICReneAriza@aol.com
Icreneariza@gmail.com

Friday, February 15, 2008

El Vestido Rojo.


Tercer jueves: es teatro

Les recordamos la segunda lectura dramatizada correspondiente al año 2008. En esta oportunidad se hará la lectura de El vestido rojo del dramaturgo José Corrales (Guanabacoa, Cuba, 1937-New York, USA, 2002) bajo la dirección de Luis de la Paz.


Elenco:


Olga Lastra.


Bernardo Bernal.


Nirma Necuze.


Javier Cruz.


Maricela Espinosa.


Luces y sonido:


Ernesto García.


El vestido rojo. Ambientada en Cuba, a finales de los años 40, El vestido rojo es un intrincado desafío a la imaginación. Tensa, inquietante, dentro de la corriente del teatro del absurdo, propone un juego macabro donde los espectadores tienen la última palabra.


José Corrales. Poeta, actor y ensayista y una de las figuras más notables del teatro cubano. En el exilio, a donde llegó en 1965, escribió junto a Manuel Pereira Las hetairas habaneras, que tuvo un marcado éxito en Nueva York. La producción literaria de José Corrales incluye más de veinte piezas, entre ellas Un vals de Chopin, considerada por el escritor y crítico Pedro Monge Rafuls como “una de las mejores y más experimentales entre las obras cubanas escritas en el siglo pasado”. Esta pieza fue seleccionada por José Triana para la antología de obras en un acto, publicada por Ollantay Press. Otras de sus importantes piezas son Bulto mortal, El palacio de los gritos, Temporal y El vestido rojo. Como poeta escribió varios libros, entre ellos ¿Dónde estoy?, Las hambres terrestres y Los trabajos de Gerión. Su primera obra estrenada en el exilio, Juana machete, fue llevada a escena por el Dume Spanish Theater, bajo la dirección del propio Dumé.


Luis de la Paz. La Habana, 1956. Escritor y periodista cubano radicado en Miami. Salió de Cuba durante los dramáticos sucesos de la embajada del Perú y el posterior éxodo del Mariel, en 1980. Fue miembro del consejo de editores de la revista Mariel y de Nexos de difusión electrónica. En la actualidad es columnista de Diario Las Américas y edita El ateje, publicación cibernética. Sus libros comprenden Un verano incesante, El otro lado y la recopilación de textos y documentos Reinaldo Arenas, aunque anochezca. Es miembro de la directiva del Instituto Cultural René Ariza (ICRA), para la que dirigió la lectura dramatizada de La Diva en la octava casa de Héctor Santiago.


Lectura de El vestido rojo de José Corrales, jueves 21 de febrero a las 8 de la noche en Teatro en Miami Studio, 2500 SW 8 Calle. Entrada gratis, con donación al teatro de 5 dólares.


Para más información escribanos a los siguientes correos:

ICReneAriza@aol.com
Icreneariza@gmail.com

Tuesday, February 12, 2008

José Martí en el Teatro cubano.

Foto: Asela Torre. Un objeto de deseo. Nattacha Amador, Yamilé Amador y Jorge Hernández.

“Un objeto de deseo”: una obra controversial.
Publicado el 23 de Febrero de 2006 en el Diario las américas.
por Uva de Aragón


El próximo sábado 25 de febrero a la 1 p.m. el profesor Luis F. González-Cruz presentará en Ediciones Universales “Un objeto de deseo”, obra de teatro de Matías Montes Huidobro, recién publicada por esa casa editorial. La puesta en escena tuvo lugar el pasado mes, en el marco del Congreso “Celebrando a Martí”, bajo la dirección de Maria Salas-Lanz, y con las actuaciones de Jorge Hernández, Nattacha Amador y Yamilé Amador.

Por muchos años hemos seguido la trayectoria de Montes Huidobro como crítico literaria, académico, dramaturgo, novelista, poeta. Su quehacer en todos estos géneros ha ido siempre acompañado por una estrecha colaboración con su esposa, Yara González, crítica literaria por mérito propio, pero también lectora, analista y consejera influyente en la obra de Matías.

En 2004 la pareja dio a la luz, con la firma de ambos, “José Antonio Ramos. Itinerario del deseo. Diario de amor”, texto en que ambos comentan en contrapunto un diario del autor de Caniquí, que tuvimos el honor de presentar en el salón de Ediciones Universales y del que escribimos en estas páginas. En ese libro el juego entre la voz narrativa de Ramos, y las interpretaciones del texto de Matías y Yara, puede leerse como el montaje de una obra de teatro. Apunto este dato porque creo que la base estructural y estilística de “Un objeto de deseo” --posiblemente la mejor pieza teatral y la más innovadora de Matías Montes, que ya tiene a su haber una abundante obra dramática de reconocidos méritos – tiene un antecedente en el libro sobre Ramos.

El personaje central de “Un objeto de deseo” es José Martí, un riesgo poco común en nuestras letras. Llevar a Martí a las tablas en el Siglo XXI no puede reducirse a ofrecer una visión edulcorada del mártir cubano. El autor necesita hallar un balance entre el ser humano y su mito, entre su vida y la interpretación de la misma, entre los tiempos en que vivió y el actual. Montes Huidobro lo ha logrado. También ha querido establecer los nexos que unen a Martí con su obra. Para ello se ha valido de su absoluto dominio de las técnicas teatrales y de su formación como académico y dramaturgo.

Los otros dos personajes de la obra son Carmen Zayas Bazán, la esposa de Martí, y Lucía Jerez, el personaje de su novela Lucía Jerez o Amistad funesta. La crítica ha señalado con anterioridad la correspondencia de los personajes novelados con individuos reales. Si Lucía Jerez fue trazada por el autor con los rasgos que él veía en su mujer, Juan Jerez es el alter ego del propio Martí. Martí, en la obra de Montes Huidobro, se convierte en el objeto de deseo (amoroso, sexual) de estas dos mujeres, Carmen y Lucía, una real y otra ficticia. Aquí, naturalmente, hay una deconstrucción de la escala de valores del siglo XIX y aún de nuestros tiempos, en que son las mujeres las que suelen ser objetos de deseo. Además, se crea un movimiento dentro del texto teatral en que están en juego el tiempo, el espacio, la realidad, la ficción, y la intertextualidad no sólo con poemas y prosas martianas, sino también con artículos de crítica de Montes Huidobro. Para complicar más la madeja, en una introducción al libro de Yara González, la esposa del autor expresa que el tratamiento de la mujer en la sociedad cubana de Matías ha sido coherente desde los años cincuenta pero “que la voz femenina (es decir, la mía), no se sentía aún conforme”, lo cual sugiere su influencia indiscutible en la creación de los personajes femeninos.

Un objeto de deseo” tiene toda la complejidad del neobarroco y toda la apertura del postmodernismo, pues la obra no sólo gira en torno a la relación amorosa de Martí con Carmen Zayas Bazán y la interpretación que los historiadores han ofrecida de la misma, sino que toca otros aspectos de la vida del luchador por la independencia cubana, como el episodio con María García Granados, sus amores con Carmita Mantilla, la posible paternidad de Martí en el caso de María Mantilla, su amistad con Fermín Valdés Domínguez. Pese a que todos estos pasajes de la vida de Martí han sido extensamente examinados por biógrafos y escritores desde hace más de un siglo, Montes Huidobro añade una mirada interpretativa con sugerencias novedosas, lo cual se facilita en una obra de ficción, basada en la realidad histórica, pero no sujeta a la misma. Estas insinuaciones le dan una sentido de apertura a este teatro dentro del teatro, estas imágenes ante un espejo, en que se confunden la realidad y su reflejo.

Algunos prefieren la visión hagiográfica de Martí. El Martí héroe, el del mito fundacional de la nación, mil veces manipulado para acercarlo al discurso que a cada cual conviene. Aparte de los muchos méritos literarios de esta obra, que merecería sin duda un trabajo más serio que esta breve reseña, yo agradezco la visión de un Martí de carne y hueso, tocado por el genio, sin duda, pero también capaz de sentir amores y desamores, ilusiones y desencantos, y el doloroso conflicto entre el deber patrio y los reclamos de una mujer. Con todo, hay que pensar que “Un objeto de deseo” ha de ser una obra controversial. Matías Montes es de los intelectuales que no busca sólo entretener con su teatro, sino punzar, hacer pensar. Es bueno que así sea

La puesta en escena trajo a la vida a los personajes, y añadió una capa más de complejidad a la obra, pues el director Mario Salas Lanza es sobrino biznieto de Martí, esposo de Nattacha Amador, que interpretó el papel de Carmen. El personaje de Lucía, fue representado por su hija, Yamilé Amador. Esta actuación de madre e hija puede interpretarse como una metáfora de que el personaje martiano (Lucía) fue hija de la mujer real (Carmen). .

Auguramos que la crítica verá que en los momentos actuales Matías Montes Huidobro ha dado un giro en su obra literaria, donde se entrelazan los géneros, y con el que llega a su plenitud creadora con “Un objeto de deseo”.

Monday, February 11, 2008

Ana en el trópico de Nilo Cruz.

Francisco Gattorno en la puesta de Repertorio Español de Ana en el trópico.

En el año 2003 el dramaturgo cubano Nilo Cruz, ganó el Premio Putlizer con la excelente pieza teatral Ana en el trópico. La obra ha tenido una extraordinaria acogida, tanto en el teatro en inglés, como en español .

Su estreno mundial fue en el New Theatre de Coral Gables, en 2002. Al año siguiente fue estrenada en el teatro Royal de Broadway.

La prestigiosa compañía de teatro "Repertorio Español" de New York, fue la primera , hasta donde sé, en llevarla a la escena en español, en 2004. La pieza fue dirigida por el cubano René Buch y protagonizada por el actor también cubano, Francisco Gattorno y la actriz y modelo Denisse Quiñones. En California se presentó la obra en inglés, en la ciudad de Costa Mesa, con un elenco de actores latinos y cubanos, la directora una mexicana. En España también fue llevada a la escena, los protagonistas el cubano Pablo Durán y Lolita la talentosa cantante, hija de Lola Flores.

En estos momentos la obra continúa en cartelera en Miami, es presentada en una sala de la calle 8 "Hispanic Theatre Guild". Los invito a leer la reseña del periodista y escritor, Rodolfo Martínez Sotomayor "Por la puerta del éxito" publicado el lunes del 4 de febrero de 2008 en Encuentro en la red.

Sunday, February 10, 2008

El legado de José Corrales.



EL LEGADO LITERARIO DE JOSÉ CORRALES
Yara González Montes.

“Los cubanos en los últimos cuarenta años, afirma Ivan de la Nuez, han cancelado el contrato entre cultura nacional - sea esto lo que sea- y territorio. Se ha perdido el centro. Las cosas ya no se reducen a La Habana o Miami, sino que se abre una extensión de espacios productores de cultura cubana....” (de la Nuez, 139) La transterritorialidad de nuestra cultura que se inicia en el siglo XIX, adquiere características insospechadas en el XX debido al gran éxodo producido desde el comienzo del castrismo hasta nuestros días. “La mayor experiencia de globalización”, son las manifestaciones culturales: literarias, plásticas, científicas, musicales, etc. creadas en todas las latitudes por nuestros coterraneos. La obra de José Corrales es un exponente de esta globalización. Nacido en Guanabacoa, Cuba, en el año 1937, produce una obra de considerable importancia. En la década de los sesenta sale de Cuba y aunque su familia se relocaliza en México él decide establecerse en Nueva York en 1965, donde crea casi todo su corpus literario. Dramaturgo, poeta, ensayista, actor y director de teatro, cuenta en su haber con una producción dramática que incluye más de veinte títulos, tres de ellos escritos en colaboración: Las hetairas habaneras (de la que es co-autor con otro dramaturgo cubano que fue residente en el área de Nueva York, Manuel Pereiras García). Esta obra fue publicada por Editorial Persona en 1988. The Butterfly Cazador (1977), con música de Evan Senreich, también escrita en colaboración con Pereiras García, y Faramalla, en colaboración con Herberto Dumé. José Corrales escribió además: El espíritu de Navidad (1975), Spics, Spices and Gracejo (1976) Juana Machete, la muerte en bicicleta (1978), todas ellas estrenadas, y Bulto Postal (1976). En la década del ochenta escribe Un vals de Chopin (1985), publicada en Anales Literarios en 1995, Orlando (1987), El vestido rojo (1987) y Las sábanas (1988 ). Detrás del suceso, Vida y mentira de Lila Ruiz y Walter a primera vista fueron escritas en 1991. Entre 1991 y 1993 escribe una trilogía bajo el título de Los tres Marios formada por De cuerpo presente (1991), estrenada por el grupo TEBA de Nueva York en ese mismo año, El palacio de los gritos (1992), y Miguel y Mario (1993). Esta trilogía, traducida al inglés, bajo el título de The Three Marios, con los correspondientes títulos de Corpus Delicti, Circus Maximus e In Absentia fue publicada por The Presbyter’s Peartree Press en 1993 y Nocturno de cañas bravas en 1994. Brillo funerario fue presentada en el Centro Experimental Inarú en Nueva York en 1996 y de ese mismo año es también, Cuestión de santidad. A pesar de estar enfermo de Parkinson, Corrales sigue trabajando durante el resto de la década del noventa. En 1998 escribe Allá en el año 98, Catalina la inmensa y otras mujeres, La forma y el tacto y dos escenas de La neblina ha ganado la ciudad. En 1999 da a conocer su pieza dramática Pájaro Pájaros. Un hecho verdaderamente lamentable en relación con la obra de Corrales es que casi toda su producción literaria se encuentra dispersa e inédita.

Mario Vargas Llosa al comienzo de Historia secreta de una novela ha comparado el oficio de escritor con la ceremonia del strip-tease porque según él, el escritor se va desnudando ante el lector ofreciéndole a éste, no sus encantos secretos, sino demonios que lo atormentan y obsesionan. Esta afirmación me viene constantemente a la memoria al releer la obra de José Corrales. Acercarme a su teatro y a su poesía no es sólo transitar por los enmarañados laberintos que el ser humano ofrece, sino proyectar sobre él y sobre cada uno de los seres que viven y conviven en el ámbito de sus piezas una mirada interior que en ocasiones resulta estremecedora. Leyendo su dramaturgia observamos que sus piezas ponen en juego diferentes códigos teatrales (teatro vernáculo, teatro del absurdo, tragedia, comedia, etc.) enfocando directamente en casi todos ellos los intrincados laberintos de la sexualidad. Personajes atraídos por otros de su mismo sexo, intercambio de parejas matrimoniales, casos de incesto, cambio de ropa y de identidad sexual, se multiplican en escena. Es un teatro donde el amor, como sentimiento básico del matrimonio, la fidelidad y la lealtad al ser amado se desconocen; donde las traiciones y los engaños se multiplican, donde existe una búsqueda desenfrenada de placeres que desemboca en uno de los más terribles vacíos existenciales imaginables. Todo lo cual parece ir cogido de la mano con el momento en que vivimos.

Casi todos los personajes de su teatro poseen una belleza clásica deslumbrante, pero esa hermosa envoltura exterior oculta deseos y sentimientos que afloran en el transcurso de la representación, dejando al descubierto toda una gama sicológica de seres apasionados que actúan movidos por arrolladores instintos sexuales, que a menudo les conducen a desenlaces trágicos. Si por un lado resalta la belleza exterior, por el otro, nos demuestra que esa belleza oculta un mundo formado por profundidades insondables de la psiquis humana, que se asientan en los más ocultos laberintos de la subjetividad. Esta deconstrucción literaria del ser humano en los dos planos señalados conforma una unidad irreconciliable. Colocados en un mundo en que se han roto todas las barreras de la moral tradicional estos seres atormentados por el deseo cruzan por la escena sin lograr ni la felicidad, ni el sosiego, a pesar de la belleza física de sus cuerpos y de la armonía musical que, en muchas ocasiones les acompaña. En un número considerable de sus obras existe un elemento musical que se entreteje a las palabras y sirve como telón de fondo a las acciones y pasiones que se van desarrollando en escena. Verdi, Albinioni, Massenet, Chopin, Schumann, Mahler, son algunos de los compositores cuya música sustenta la representación. En ocasiones, es la música popular la que sirve de complemento a la escena, músicos como Gonzalo Roig o Antonio María Romeu también proveen un interesante acompañamiento musical a sus piezas. Es una melodía que parece alimentar la vida de estos enajenados. Piezas como
Un vals de Chopin, El palacio de los gritos, Pájaro Pájaros La forma y el tacto, Allá en el año 98 , Los tres Marios son buenos ejemplos de lo que venimos diciendo. José Corrales integra la música a los conflictos humanos que presenta no para lograr la catarsis de sus personajes, sino para hacerlos sentir con más intensidad la crisis por la que atraviesan. Josep Soler al referirse a la música de Schonberg afirma que “lo que aterroriza de su música es la patentización de aquello que estaba oculto, latente, pero no expresado” (Soler, 63) opinión que podría aplicarse al empleo que de la música hace nuestro dramaturgo en algunas de sus piezas.

En su exploración ilimitada de todas las posibilidades que ofrece el sexo, José Corrales, se sitúa en un terreno alternativo desde donde adopta un inusitado hermafrodismo autorial, para describir las sensaciones femeninas del orgasmo, habitando el cuerpo de Teresita, la protagonista de su monólogo
Las sábanas. Como el personaje de la novela Orlando de Virgina Woolf, intercambia roles, borrando las fronteras de la sexualidad y apoderándose, en último término del discurso femenino. Este pasaje de su obra es comparable, salvando las distancias en cuanto a la temática de los mismos, con el capítulo titulado “Heroico nacimiento” de la novela La nada cotidiana de Zoe Valdés, en donde se describen las sensaciones experimentadas por la madre de la protagonista en el momento de dar a luz a su hija. El personaje femenino de Las sábanas, joven quinceañera, de las que basan la liberación femenina en una sola cosa: el ejercicio constante de sus genitales, se apresta a la entrega inicial en medio de un calor sofocante, bajo un aguacero torrencial, encerrada en un cuarto totalmente cerrado, en el que sólo existe una ventana falsa, detalles todos significativos que ofrecen multitud de posibilidades de interpetación. En una de sus múltiples entregas que lleva a cabo con el individuo que tuvo su entrega inicial, describe el placer sentido y casi al final de este “performance”, intuye que su marido ha descubierto sus engaños. Ella impasible acepta el hecho y se quita el anillo matrimonial disponiéndose a afrontar su nueva realidad. No me queda ninguna duda de que esta dramaturgia es reflejo fiel de la realidad circundante. Continuando en nuestro empeño de llegar al desnudo más absoluto de nuestro autor despojándolo de todas las vestiduras que lo ocultan, si enfocamos nuestra atención en su poesía nos damos cuenta de inmediato que teatro y poesía forman una unidad inseparable. Dramaturgo y poeta se enlazan en un entramado tejido que forma un solo y único tapiz, el de la desesperanza. Como preámbulo a su libro “Razones y amarguras: poema del que llega a los 40”, publicado en 1987, escoge a Garcilaso de la Vega para introducirnos a su microcosmos poético. El poeta español se dirige a nosotros desde su Egloga II para decirnos: “Recibid las palabras que la boca/ echa con la doliente anima fuera/ antes que el cuerpo torne en tierra poca.” (72). A diferencia de Garcilaso cuyos versos en un tono confidencial, suave y emotivo nos hacen partícipes de su doloroso desengaño amoroso en poemas que nos dejan un sentimiento de profunda pena dentro de un marco de equilibrada serenidad, los versos de Corrales en este poemario, nos internan en una desesperada soledad existencial, en un mundo inestable y exaltado en donde el poeta no logra la estabilidad necesaria y cuya única salida parece ser el suicidio. En el poema titulado “El día de mi cumpleaños”, que inicia el libro, el sujeto poético se dedica a una intensa y desoladora contemplación de su propia existencia:

Contemplando la idea del suicidio

me di cuenta

de que yo creo en Dios

en la otra vida

y en que los espejos mienten sin remedio.....

me di cuenta

de cuánta soledad hay en el cuarto sin el perro

y sin que duerma alguien conmigo entre las piernas...

contemplando el perro corriendo tras la perra enloquecido

me di cuenta

de que los demás son necesarios

para poder uno amarrarse a la existencia......

contemplando la existencia

me di cuenta

que si yo soy imagen de Dios y semejanza

Dios debe ser un payaso insatisfecho

culpable e inocente.

contemplando a Dios de frente

me di cuenta. (17-18)

Si al comienzo de la estrofa inicial el poeta reafirma su fe en Dios y en una vida espiritual posterior a la muerte, al final de esa misma estrofa se introduce la duda con la presencia de los mentirosos espejos ya que si hemos sido creados reflejando la imagen divina somos en gran medida espejo del propio Dios y esto resulta para él, una gran mentira. Al final del poema la negación se corrobora al comparar al Creador con un ser extravagante y ridículo cuyos opuestos atributos lo descaracterizan. Ese Dios contradictorio enmarca, en el espacio poético, la vida del hablante, vida caracterizada por una pavorosa soledad. Los dos últimos versos del poema son una abierta declaración de incredulidad. La observación de la atracción animal del perro enloquecido que corre tras la perra guiado por la necesidad de satisfacer un deseo sexual inminente, le lleva al convencimiento de que ese es el nudo que nos ata a los demás, y por extensión que nos amarra a la existencia. Perdido este nexo, surge la desesperación y en el poema, “José Corrales José Corrales” nos confiesa:

................me anego en lágrimas

me voy al baño

cierro la puerta

busco el espejo

las hojas de afeitar

mañana es hoy (19)

En sus frustrados intentos de suicidio llega a la conclusión de que su decisión no parece tener una solución posible y en “Prohibido suicidarse punto” declara:

El suicidio ronda la casa.......

pero nada lo va a evitar

que el suicidio llegue

que el suicidio insista persista y clame

and this is exactly

exactamente

the dreadful plain and fucking question

y claro está

la meditación trascendental (21)

Pero el suicidio que ronda sin concretizarse su casa y su poesía, ronda también su dramaturgia y es en ella donde se plasma con éxito. En
El palacio de los gritos una de las obras que integran la trilogía de Los tres Marios y en mi opinión una de sus mejores piezas, es el propio Mario el que nos cuenta en un susurro: “Lorenzo se suicidó. De un árbol...El cuerpo de Lorenzo se balanceaba.................. Y yo allí solo frente a aquel cuerpo...colgando... colgando como las hojas....como un fruto enorme...el cuerpo de Lorenzo. Yo solo allí...Un rato interminable... (23) Lorenzo era un ser atormentado. Casado con Leticia no había podido consumar su matrimonio por sus inclinaciones homosexuales. Leticia en su desesperación se deja consolar por una amiga que termina siendo su amante. Finalmente, Lorenzo, que ha establecido una relación insatisfactoria con Mario termina suicidándose. Corrales materializa en escena el acto que no puede realizar en la vida real y esta no es la única ocasión en su teatro que el suicidio se concretiza. Suicidio y muerte son temas recurrentes en su dramaturgia.

El meollo de su dolor, la causa de este desequilibrio, de estas ansias de morir, se pone de manifiesto en el poema “Mentiras y Verdades” del poemario Razones y amarguras. Poemas del que llega a los cuarenta, donde el poeta juega con ambas para develar su verdad:

Me conformo con tu voz

mentira

tu voz a través del teléfono........

yo miento

yo necesito agarrarme de tu pecho

y temblar un poco algo de frío

bajo tu cuerpo encima de mis huesos

triturando las horas en las cuales

tejimos el rosal que hemos usado

para el coito y para el sueño.....

que estoy listo a acostumbrarme con tu voz

yo miento

yo quiero apabullarte

rasgarme la piel acuchillarte

volverme mariposa, avispa o mosca

convertirme en abeja repugnante

para beberte, hasta que el asco de ti

me ponga enfermo,

para después, convalesciente,

entregarme a las palabras por teléfono

yo miento

las palabras sí las quiero

pero arañándome el oído

metiéndome las frases y los verbos

a golpe de cincel y de martillo

tus palabras contigo entre mis piernas..... (37-38)

La intensidad desesperada del sentimiento, y el consiguiente desgarramiento interior que le produce el hecho narrado, no puede ser más incisivo. Es un canto al amor carnal que se le niega. El vacío del presente se llena con la remembranza del pasado, con lo que ya no es. Toda esa ardiente relación sensorial vivificada intensamente se ha reducido a la presencia distanciada de una voz que se escucha a través del teléfono. Freud afirma que:
“It is that we are never so defenceless against suffering as when we love, never so helplessly unhappy as when we have lost our loved object or its love” (29). El ámbito lírico se convierte aquí en una recreación de sensaciones y genuinos sentimientos que corresponden al momento en que se escribe el poema. El presente le devuelve al pasado de donde va surgiendo la historia personal del hombre. El poeta es hoy lo que fue ayer y el amor es factor determinante de su existencia. La frustración producida por la desaparición del objeto de deseo desemboca irremediablemente en una profunda depresión que es la causa de la obsesión que siente de terminar con su propia vida.

El apasionado lenguaje del poema difiere mucho del que el dramaturgo utiliza en su teatro. La ambiguedad que caracterizan sus diálogos consiste en decir a medias una verdad que se va descubriendo sutilmente, a medida que avanza el desarrollo de la obra. mientras él sugiere, da una pauta, pero deja al lector/espectador la tarea de completar la oración inconclusa, con aquello que ha quedado al parecer en el aire, que no ha sido dicho, pero que él se ha esmerado mucho de dejarlo implícito. Corrales posee una gran habilidad para lograr este efecto. La anagnórisis en su teatro, ocurre hacia el final del desarrollo argumental que es cuando se revela la verdad que la obra sustenta. Esa verdad es un reflejo de la angustia existencial y la frustración de su creador que aunque se esconda utilizando distintos ropajes verbales, por sutiles que sean, no logran para sus emisores un estado de felicidad, de logro existencial. Una de sus obras más eróticas,
La Forma y el Tacto, (1998) en la que utiliza recursos como la intertextualidad y el teatro dentro del teatro, el Hombre, personaje que pretende leer una escena de una obra cuya representación se proyecta en la pieza nos dice: “Lo que se quería, lo que se necesitaba era una escena en la que se viera, en la que se sintiera la soledad tremenda de Pascasio. Ese tipo de soledad que nos come la mente.....”(46). Esa soledad es, en último término, el común denominador de su dramaturgia y la eterna compañera del propio autor.

Nada pudo distraer a José Corrales de su apasionada relación con el teatro y la poesía, ni aún la terrible enfermedad que padecía. Su legado literario es una contribución de considerable importancia a la literatura cubana ya que ofrece un conocimiento inapreciable y una subjetividad que no se han explorado aún lo suficiente por críticos y estudiosos de la literatura cubana del exilio. Aunque Corrales ha traspasado silenciosamente el espejo que lo separa de nosotros, nos ha dejado el caudal incalculable de su obra literaria en la que él permanece eternamente vivo.

OBRAS CONSULTADAS

de la Nuez, Ivan. “El destierro de Calibán”. Encuentro de la cultura cubana.

4/5 (1997): 137-144.

Soler, Josep. La música. Barcelona: Ed. Montesinos, 1982.

de la Vega, Garcilaso. Poesía castellana completa. Ed. Consuelo Burell. Madrid. Cátedra. 1990.

1Corrales, José. El palacio de los gritos. Princeton: The Presbyter’s Peartree.

1992.

------, Razones y amarguras. Poemas del que llega a los cuarenta.

Hoboken, N.J. Ed. Contra viento y marea. 1978.

------, La forma y el tacto. Manuscrito inédito, 1998.

Freud, Sigmund. Civilization and Its Discontents. Trad. y Ed. James

Strackey. New York: W.W. Norton & Co. 1961.

Foto de Yara González Montes por Mario García Joya.

Recuerden que la letura dramatizada de
El vestido rojo de José Corrales, bajo la dirección de Luis de la Paz, se presentará el jueves 21 de febrero a las 8 de la noche, en Teatro en Miami Studio, 2500 SW 8 Calle (Segundo piso). Entrada gratis, con donación al teatro de 5 dólares.

Para más información puede escribir a las siguientes direcciones:

ICReneariza@aol.com
Icreneariza@gmail.com

Saturday, February 9, 2008

Recordando a José Corrales.

Este trabajo dedicado a José Corrales, fue publicado en: TeatroMundial.com.

Cuestión de santidad

Por Matías Montes Huidobro.

Hermetismos de eros

En “Cuestión de santidad” confluyen y se refinan una serie de elementos que caracterizan el hermetismo escénico de Corrales. La obra es física, sexualmente explícita, corporal, fisiológica, biológica. Esto la ubica en un plano carnal primario con personajes que buscan en escena una expresión erótica al desnudo, sin cortapisas. Pero estas manifestaciones son, al mismo tiempo, ambiguas, insinuantes, refinadas, y si se quiere, mórbidas, perversas y decadentes; decididamente chocantes. El cuerpo se hace escénicamente palpable. Los personajes no salen de un constante estado de lujuria, con ellos mismos o con los demás, del mismo u opuesto sexo, tocándose, excitándose, besándose. Sin embargo, aunque puedan producir una sacudida violenta por el impacto de unas situaciones límites demasiado explícitas, no son ni ordinarios, ni groseros, ni vulgares, ni chabacanos (salvo en la medida que lo requiera la caracterización), ni “chancleteros”, y ello se debe a que existen dentro de un complejo contexto que trasciende la inmediatez del acto. Una serie de contradicciones configura el suspense de la obra, que requiere de parte del espectador un esfuerzo de desentrañamiento de un significado oculto, hermético. La relación corporal, primaria, busca un significado metafísico, último. Esto se hace por medio de un erotismo religioso sincrético y una intertextualidad contruidad por participante opuestos, ascendente y descendentes, contradictorios. Se crea así una especie de universo diferencial que es la cosmología de la obra.

Talento creador y marginación sistemática

Sirva el párrafo anterior para dar una medida de la importancia dramática de “Cuestión de santidad”, posiblemente la obra maestra de José Corrales (1937-2002), un dramaturgo de producción extensísima sin estrenar, particularmente en Miami, que es un arquetipo de “una dramaturgia sin escenario”. Su voluntad de teatralización, sin embargo, lo llevó a crear un sólido cuerpo dramático, del que dejan constancia las obras que se han publicado, aunque otras muchas permanecen inéditas. Con motivo de su muerte, la revista “Caribe” le dedicó un número especial (Vol.4, N. 2; Vol. 5, N. 1), que puede servir de guía para indagaciones más profundas sobre su obra.

Desde hace muchísimo tiempo he estado interesado en la misma y me cupo el privilegio de haberle rendido homenaje repetidamente a través de investigaciones críticas, publicaciones y conferencias. Mi interés y admiración se inicia hace muchos años cuando en 1987 publicamos en la revista “Dramaturgos”, que dirigíamos Yara y yo, la segunda parte de “Un vals de Chopin”. Al año siguiente, en otro proyecto nuestro, Editorial Persona, apareció “Las hetairas habaneras”, sobre la que presenté un trabajo en la reunión del Círculo de Cultura Panamericano de 1987. Sin embargo, en Miami, nunca se le prestó mucha atención. La última visita que hizo a esta ciudad fue en el año 2000 cuando Yara González-Montes lo invitó a participar en un Seminario en Florida Internacional University que organizó bajo el título de “Africanía y Teatro”. La invitación fue llevada a efecto a nivel personal por González-Montes, como organizadora de la sesión, sin el financiamiento que se les da a las figuras de bombos y platillos que asisten como invitados especiales. De su presencia sólo quedó constancia una breve referencia en El Nuevo Herald, dentro del contexto general de esa presentación, una entrevista en el Diario de las Américas que le hizo Luis de la Paz, y quizás alguna otra vaga referencia. Posteriormente, con motivo de su gravedad, publiqué un artículo en el Diario de las Américas, y tuvo que morirse para servir de titular en las notas necrológicas de ambos diarios. Afortunadamente, poco antes de su muerte, el Instituto Cubano Americano de California le otorgó el Premio La Palma Espinada, al que asistió casi sin poder valerse por sí mismo.

Las verdades en la mollera

Sus obras, salvo un texto en colaboración con Dumé, no se han representado en Miami, donde los promotores de la actividad teatral en esta ciudad prefieren rendirles homenaje a Abilio Estévez, Alberto Pedro, Gerardo Fulleda León, Abelardo Estorino, Raquél Carrió, etcétera, etcétera, etcétera, y a declarados invitados marxistas, ante la mayor indiferencia colectiva y la irresponsabilidad más absoluta. No hay nada objetable en reconocer el talento de aquellos que se lo merecen, pero no a expensas de ignorar sistemáticamente el trabajo que aquí se ha venido realizando, como es el caso de José Corrales, que escribió teatro contra viento y marea. Sé que me repito, pero algunas personas necesitan la repetición para que les entre las verdades en la mollera, si es que les entra.

Hedonismo político

José Corrales no escribió un teatro político, pero su escritura es en sí misma un hecho político. Su dramaturgia se concentra en la sexualidad y coloca el principio hedónico por encima de todo compromiso ideológico, lo cual es en sí mismo una afirmación revolucionaria. Su aparente apoliticismo pudiera ser objetable, pero teniendo en cuenta que el castrismo trató de asfixiar mediante procedimientos represivos el derecho del ser humano a la libertad en todas sus manifestaciones, incluyendo la sexual; imposibilitando la felicidad de los órganos y del espíritu, nos encontramos que la obra de Corrales es políticamente significativa. El simple hecho de que escribiera en Nueva York lo que en la década de los setenta no se podía escribir en Cuba, politiza automáticamente el texto.

De hecho, es sorprendente que los implícitos y explícitos planteamientos eróticos de Corrales, particularmente a niveles de la cultura “gay”, no le hayan abierto las puertas del teatro en una ciudad como Miami, donde el todovale del culto al sexo (homosexual, bisexual, heterosexual), es el pan nuestro de cada día, y donde reside una de las comunidades “gay” más extensas del país, con celebraciones que encabezan los cintillos de los periódicos. Inclusive, Corrales toma elementos de esta cultura y los trascendentaliza, irónicamente a veces, como al final de “Cuestión de santidad”, que no puede ser más llamativo y carnavalesco cuando sale el protagonista desnudo y, como Medea, se monta en el carro que se revela detrás de la pantalla, saliendo de escena entre hojas verdes que lo llevarán al cielo.

Homoerotismo metafísico

Lo que pasa es que al mismo tiempo es un atormentado, más cerca de Fassbinder que Almodóvar. Su tratamiento de las relaciones sexuales trascienden los límites de la heterosexualidad y homosexualidad yendo más allá del abc de las penetraciones orgánicas, que no pasan de ser golpes de taquilla, para adentrarse en los complejos recovecos de las relaciones personales. Aunque Corrales está a veces muy cerca de lo pornográfico, es en todo caso una pornografía ritualista, trascendente, metafísica.

La autenticidad de la desesperación erótica que transpiran los personajes, como si la sudaran, da a la dramaturgia de Corrales un relieve muy especial. Hay en la existencia de ellos y en la sexualidad que siempre está latente y palpitante, una complejidad interna que trasciende la trivialidad de otros textos que se aproximan a las relaciones entre los individuos del mismo sexo con un erotismo vulgar y de pacotilla que no difiere por lo banal y explícito de la sexualidad entre personas de sexos diferentes. Lo que da categoría estética y dramática a la sexualidad es la complejidad subyacente de las relaciones humanas y no las situaciones explícitas, las referencias anales y fálicas, el lenguaje ordinario y soez, que de ser necesario tiene que surgir del fondo mismo del alma e inclusive de los órganos, como es en su mayor parte el caso de los personajes de Corrales. El beso homoerótico de Corrales no es con frecuencia el beso de Eros sino el beso de la Muerte, dándole categoría trágica.

Tuesday, February 5, 2008

Tercer Jueves: es Teatro. El Vestido Rojo.

El Instituto Cultural René Ariza (ICRA) anuncia la segunda lectura dramatizada correspondiente al año 2008, para el jueves 21 de febrero a las 8 de la noche, en Teatro en Miami Studio, 2500 SW 8 Calle (Segundo piso). Entrada gratis, con donación al teatro de 5 dólares.

En esta oportunidad se hará la lectura de El vestido rojo del dramaturgo José Corrales (Guanabacoa, Cuba, 1937-New York, USA, 2002) bajo la dirección de Luis de la Paz.

El vestido rojo. Ambientada en Cuba, a finales de los años 40, es un intrincado desafío a la imaginación. Tensa, inquietante, dentro de la corriente del teatro del absurdo, propone un juego macabro donde los espectadores tienen la última palabra.

José Corrales. Poeta, actor y ensayista y una de las figuras más notables del teatro cubano. En el exilio, a donde llegó en 1965, escribió junto a Manuel Pereira Las hetairas habaneras, que tuvo un marcado éxito en Nueva York. La producción literaria de José Corrales incluye más de veinte piezas, entre ellas Un vals de Chopin, considerada por el escritor y crítico Pedro Monge Rafuls como “una de las mejores y más experimentales entre las obras cubanas escritas en el siglo pasado”. Esta pieza fue seleccionada por José Triana para la antología de obras en un acto, publicada por Ollantay Press. Otras de sus importantes piezas son Bulto mortal, El palacio de los gritos, Temporal y El vestido rojo. Como poeta escribió varios libros, entre ellos ¿Dónde estoy?, Las hambres terrestres y Los trabajos de Gerión. Su primera obra estrenada en el exilio, Juana machete, fue llevada a escena por el Dume Spanish Theater, bajo la dirección del propio Dumé. José Corrales falleció en New York en el año 2002.

Luis de la Paz. La Habana, 1956. Escritor y periodista cubano radicado en Miami. Salió de Cuba durante los dramáticos sucesos de la embajada del Perú y el posterior éxodo del Mariel, en 1980. Fue miembro del consejo de editores de la revista Mariel y de Nexos de difusión electrónica. En la actualidad es columnista de Diario Las Américas y edita El ateje, publicación cibernética. Sus libros comprenden Un verano incesante, El otro lado y la recopilación de textos y documentos Reinaldo Arenas, aunque anochezca. Es miembro de la directiva del Instituto Cultural René Ariza (ICRA), para la que dirigió la lectura dramatizada de La Diva en la octava casa de Héctor Santiago.

La obra de teatro El vestido rojo fue publicada por OLLANTAY Theater Magazine, en un número dedicado a José Corrales y a Manuel Martín. (OLLANTAY Theater Magazine, Vol. Xi, No. 21, 2003, 173-190)

contacto: Luis de la Paz. (Administrador)
ICReneAriza@aol.com

Yvonne López Arenal.
ICreneariza@gmail.com

Sunday, February 3, 2008

Revista Baquiana Digital Enero - Abril de 2008.


Los directivos de la Revista Literaria BAQUIANA Maricel Mayor Marsán y Patricio E. Palacios, nos anuncian la aparición de su edición digital correspondiente al año IX, número 51/52, Enero - Abril de 2008. La constancia y la calidad de la revista, la mantienen como uno de los sitios de la cultura hispana, más visitados en la red. Para más información diríjase al enlace con BAQUIANA.

REVISTA LITERARIA BAQUIANA (NÚMERO 51 - 52)

www.baquiana.com

Le informamos que ya está disponible la versión digital de la Revista Literaria Baquiana, correspondiente a los meses de Enero a Abril de 2008, Año IX, Número 51-52. Siguiendo la pauta de los números anteriores, la revista acoge en sus páginas a diversos autores y manifestaciones literarias del mundo hispanoamericano, al igual que muchas noticias del acontecer cultural.

La revista trae en este número una variada selección de poesía, cuentos, reseñas, narrativa (relatos), opiniones, teatro y una entrevista de Maricel Mayor Marsán con la poeta y escritora cubana-irlandensa-judía-americana Carlota Caulfield, quien nos habla de su reciente libro de poesía bilingüe en español e inglés, A Map Maker´s Diary, publicado por la editorial White Pine Press, y de otros temas.

Entre los poetas que han sido seleccionados para este número podrán disfrutar de la lectura de: Amelia del Castillo y Lucía Ballester Ortiz (de Cuba); Ida Hernández Caamaño (de República Dominicana); Elidio La Torre Lagares (de Puerto Rico); y Fernando Ruiz Granados (de México).

Para los que gustan de la ficción, podrán deleitarse con los cuentos: “LOS AÑOS” de la escritora cubana Rina Lastres, “EN AQUEL ENTONCES” del escritor mexicano Moisés Sandoval Calderón y “LAS HORAS DE LA MAÑANA” de la escritora mexicana Liliana Valderrama Blum. En la sección de narrativa, podrán leer el relato: “MISTERIOS DE LA CHENCHA” de la novelista cubana Teresa Bevin.

Entre las reseñas de libros, podrán leer: “LA EXCEPCIONAL INSPIRACIÓN POÉTICA DE LEONORA ACUÑA DE MARMOLEJO” del escritor y periodista cubano Emilio Bernal Labrada, “A CORTO PLAZO. JORGE GUSTAVO PORTELLA” de la profesora y narradora dominicana Myra M. Medina y “UNA VISIÓN POSMODERNA DE CUBA DESDE EL EXILIO, DAÍNA CHAVIANO Y LA ISLA DE LOS AMORES INFINITOS” de la catedrática y ensayista cubana Alicia E. Vadillo.

En la sección de ensayos presentamos dos textos interesantes: “DETALLES DE LA NOVELÍSTICA DE TERESA DOVALPAGE” de la escritora cubana Ena Columbié y “EL PODER DE LA FANTASÍA” del escritor boliviano Víctor Montoya.

En la sección de opiniones, encontrarán el artículo “RECORDANDO A SIMONE DE BEAUVOIR EN SU CENTENARIO (1908–2008)” de la escritora cubana Maricel Mayor Marsán, a manera de homenaje.

Para finalizar, en la sección de teatro, los invitamos a la lectura de la obra de teatro breve, “A SALTO DE FRONTERA” (BULULÚ DE LA INMIGRANTE) de la poeta y dramaturga mexicana Tanya de Fonz.