Tuesday, July 1, 2008

La Ceci en Miami.

Foto: Pedro Portal. El actor Josean Ortiz como La Ceci.

"La Ceci" desnuda su alma en escena
RODOLFO MARTINEZ SOTOMAYOR

Especial/El Nuevo Herald.
Martes 1 de Julio de 2008.

La Ceci ha llegado a Miami. El monólogo del dramaturgo cubano radicado en Los Angeles por más de 40 años Raúl de Cárdenas se presentó en el café teatro KímbaraCumbara, con la actuación del actor puertorriqueño Josean Ortiz como la Ceci. La dirección estuvo a cargo del también boricua Antonio Bones.

El estreno mundial de la obra había tenido lugar el pasado mes de marzo en el Teatro SEA del Centro Cultural Clemente Soto Vélez, en Manhattan. Posteriormente tuvo presentaciones en el Nuyorican Café de Puerto Rico.

De Cárdenas se ha caracterizado por escribir principalmente un teatro costumbrista. Es uno de los dramaturgos cubanos más representados en el exilio y recibió el premio Letras de Oro (1988-1989) por la obra Un hombre al amanecer, sobre la vida de José Martí. Ha escrito, entre otras, Las Carbonell de la calle Obispo, Luz divina, santera y espiritista, En el barrio de Colón, Se fueron las Capote y Las muchachitas de la Sagüesera, estas cuatro últimas presentadas en Miami por el grupo Havanafama que dirige el actor Juan Roca.

Josean Ortiz es actor, dramaturgo, productor y director teatral, con 25 años de experiencia. Ha realizado múltiples interpretaciones donde aborda el tema del transformismo y la homosexualidad, entre las que destaca su papel de Jacob en La jaula de las locas de Jean Poiret. También trabajó en Fresa y chocolate de Senel Paz, Por el medio si no hay más remedio de Leo Cabranes Grant y Xica de Vieques de su propia autoría.

La escenografía de La Ceci consiste en un camerino con todos sus elementos, cabezas de maniquíes con pelucas, guardarropa lleno de vestidos de colores y lentejuelas, y zapatos en un rincón. Al lado izquierdo, el sillón que ocupará el ayudante, personaje incluido en esta adaptación para facilitar los cambios de vestuario en escena, e interpretado por el actor mexicano Néstor Carrillo. A la derecha, la silla de la Ceci junto a la pequeña mesa y sobre ella el teléfono, la vela con la imagen de Santa Bárbara y un pequeño portarretrato de espaldas al público. Una alfombra imitando la piel de un tigre descansa en el centro del escenario.

La pieza comienza con un popurrí de congas, complementado con el magnífico trabajo de luces de Philip Colodetti. El camerino queda a oscuras y, de pronto, luces de colores revolotean por la escena. Un reflector ilumina a la Ceci, proyectando su sombra sobre la pared y se crea un ambiente de cabaré, donde la Ceci se transforma, con el vestuario y sus gestos, en Celia Cruz interpretando El yerberito moderno.

Ortiz, con el movimiento de su cuerpo y un doblaje preciso, nos trae de vuelta a la vida a la Guarachera de Cuba. Al concluir la canción arranca la risa del público con las ocurrencias que evocan a la diva. Se ha roto el tacón y tomándolo entre sus manos dice: ``Estos chinos fabrican de todo, pero no saben hacer na''.

Queda ante el público el transformista Cecilio Agustín Quintero, ése es su nombre. Después de despojarse de su ropaje, cuenta su vida desde la infancia, devela sus más íntimos secretos, habla de su inclinación homosexual a temprana edad y cómo la lucha por mantener su identidad lo hizo padecer el acoso de la sociedad y la represión en Cuba. A pesar del tema recurrente sobre las redadas policiales, los campos de concentración de la UMAP, hasta la salida a Estados Unidos por el Mariel, Raúl de Cárdenas, al igual que en otras piezas anteriores, escapa del panfleto y el melodrama. Se vale para ello de un humor y un juicio humano que trascienden el discurso político.

El gusto por el cine en la Ceci es una evasión, un modo de escapar de la realidad. Su fascinación por estrellas de Hollywood como Rita Moreno y Esther Williams lo lleva a imitarlas desde niño. Nos lo cuenta con simpatía y salpicada con anécdotas hilarantes. La Ceci no sólo es la historia de Cecilio Agustín, un homosexual que llegó a convertirse en un travesti, y su obsesión por hacer valer su individualidad. Ortiz logra transmitirnos a través de la Ceci, toda la energía de su personaje con una gran intensidad interpretativa. Al transformarse y hacer el doblaje de grandes divas, como Josephine Baker, Edith Piaf, Olga Guillot y La Lupe, arrancó aplausos del público por la calidad de su caracterización y desenvolvimiento escénico.

En la noche del estreno, Ortiz salvó ciertos baches durante la puesta con frases ingeniosas, que pudieran agregársele a la pieza de De Cárdenas sin que pierda su gracia original. Es de destacar el trabajo de vestuario de Wilma Castro, un diseño apropiado para cada caracterización.

El café teatro KímbaraCumbara ha realizado una acertada selección con este montaje, para su temporada dedicada al teatro de pequeño formato. No sólo por su calidad, sino por tratarse de la obra de un dramaturgo cubano exiliado. Algo que siempre se agradece.•

La obra teatral "LA CECI" del dramaturgo cubano Raúl de Cárdenas regresa al Café Teatro KimbaraCumbara el próximo Sábado 5 de Julio a las 8:30pm y el Domingo 6 de Julio a las 4:30pm.

LA REVISTA DEL DIARIO. "Un Viaje al dolor con La Ceci". Artículo de Luis de la Paz.

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